martes, 29 de julio de 2008

MAESTRO

Isabel Maestra de UCDM




Erase una vez, un niño que entro por una ventana a otra dimensión, en esa dimensión todo era energía, todo se movía en formas de espirales ascendentes, de masas en movimiento, al niño le causaban temor y procuraba ir con cuidado. Alguien a su lado lo acerco a uno de los remolinos y se vio dentro de uno de ellos. Primero se sintió mareado, luego tubo la sensación de que estaba en un lugar, lleno de túneles, paredes y aromas. Cada vez -era como si volase, - su vuelo cada vez era mas rápido.


La energía que lo adentro empezó a llamarlo , pero el vuelo era tan rápido y divertido que el niño prefería no contestar,,,sabía que si paraba,,no lograría alcanzar aquella velocidad . Los pasadizos, eran como laberintos, pero cada vez el niño se sentía mas seguro en aquel lugar, las paredes tenían movimientos, y solo con pensarlo volaba a otro lugar. En un momento en el que el niño paro su energía´, todo su cuerpo se puso en movimiento, era como si cada célula de su ser se pusiera en movimiento independientemente de lo que el niño quisiera ya: cada célula tenía pensamiento propio y ahora se trataba de que querían todas en conjunto, no solo el pensamiento del niño. Su energía empezó a subir ascendiendo, cada vez mas, llegó el momento que el niño no sabía si estaba corriendo ó estaba parado, todo se movía en torno a el. En ese instante, alguien lo llamo " Darwuing " el niño sintió que ese era su nombre y empezó a volar otra vez ; esta vez en dirección a la voz que el sentía.


Llegó a una puerta y antes de poder llamar para pasar, alguien en el otro lado le decía , entra de una vez no necesitas llamar, la puerta solo es la escusa, para seguir atrasando tu desarrollo. Por primera vez el niño se miro, su aspecto era de un niño de siete años, delgado y muy inquieto, su naturaleza y su corazón le llevaron a aquel lugar, que el niño sentía que ya lo conocía.

El lugar era una inmensa biblioteca, los libros, no se podían contar y los pasillos no tenían fin. Una luz se reflejaban sobre ellos. La voz volvió a sonar en el lugar, el niño se giro y el maestro estaba subido como en una especie de escalón como en pupitre alto, un libro abierto y le decía, toma tu lugar-esta es tu lección - El maestro, tenía una túnica negra y su barba, que era blanca resaltaba con un pañuelo color azul en los lados de sus hombros. El niño se sintió en casa. Ese niño, regreso de su sueño profundo de otra dimensión, entro por la ventana de su vida. Aunque hay cosa que se pierden con el tiempo, hay un aroma a maestro que ese niño aun recuerda.

1 comentarios:

Blogger Paqui ha dicho...

Muy bonita metáfora del encuentro con tu Ser, con tu Guia, con tu Maestro o con tu Sabiduría... el retorno a casa.

Gracias!!

30 de julio de 2008, 5:59  

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