martes, 3 de febrero de 2009

Intensa intensidad

Sergi
http://km.33.wordpress.com

Mucha gente me expresa recientemente que sienten mucha tristeza, miedo o dolor. Algunas de ellas me dicen que están sintiéndose muy felices y de repente se sienten muy tristes o rabiosas.
Si este es también tu caso, no pares de sentir esa emoción. No pongas freno a esa emoción. La estás sintiendo porque está emergiendo por fin a tu consciencia. Viene de un lugar de tu mente donde no habías permitido que la luz, que tú eres, llegase. Una vez que esta llega, te muestra todo lo que allí hay escondido.
Observa la intensidad de esa emoción y no la calidad o nombre que tú le das. Esa intensidad es luz. Cuando tratas de evitar esa emoción no es a la tristeza o al miedo a los que tratas de evadir, es a la intensidad con la que se te muestran. Tratas de evitar la sanación que la Luz ejerce en ti porque tu ego te presenta la situación de tal forma para que prestes atención a la calidad o nombre que tú le has puesto a la intensidad, para que te distraigas y no te des cuenta de la intención de sanarte de la Luz y así puedas decidir evitarla.
Aquellos que experimentan dolores muy intensos o emociones muy fuertes, están experimentando frecuencias muy elevadas. Muchos creen que la calidad es lo que determina la frecuencia, pero no es así. Es la intensidad. Así que el odio más intenso que puedas imaginar y el amor igualmente intenso están en la misma frecuencia. Lo único que los hace diferentes es tu calificación. Nada más.
Hasta que no hayas recuperado tu capacidad de poder nombrar de forma consciente a la intensidad que representa tu Luz en este mundo, te sugiero que te dediques a no evitar nada para que tu mente vea que no puede ser afectada de ninguna manera por esa emoción y que todas ellas son la misma y que tú eres quien le otorga esa calidad a la que tanto temes o que tanto te hace sufrir.

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